miércoles, 28 de enero de 2009

La educación: única vía hacia la igualdad


Se ha insistido en afirmar siempre que la educación es fundamental para el desarrollo de una sociedad, también se ha repetido sin objeciones que la educación libera al ser humano o es el medio más idóneo para que realmente sea o se pueda sentir libre, es decir no existe quien no admita la importancia de la educación en la vida de las personas y por ende de las sociedades, que ha hecho que tradicionalmente se sostenga “No hay mejor herencia que los padres puedan dejar a sus hijos (as) que la educación”, aquello explica aquel extraordinario pensamiento del filosofo griego Platón, cuando afirmaba “Más importante que la ciencia de gobernar es la ciencia de educar, el ejercicio del poder es transitorio la actividad educativa es trascendente”.


Surge como lógica consecuencia de lo antes expresado una ineludible conclusión, educar es una tarea de alta responsabilidad para quienes la dirigen o la imparten, si partimos del hecho que la educación introduce en la persona hábitos de cortesía, urbanidad y buenos modales, por eso también se sostiene con razón que es primordial en todo proceso educativo, en cualquiera de sus niveles, la formación en valores, consecuentemente no existe término medio, o somos bien o somos mal educados, lo primero es expresión de personas de buenas costumbres que respetan a sus semejantes, lo otro es demostración de insolencia, de irrespeto, de altanería, de agresividad, de violencia, de incorrección y para tener ese comportamiento no se necesita asistir a ningún centro educativo. Afortunadamente se viene insistiendo en la imperiosa necesidad de proporcionar a los educandos una educación de calidad, pero aquello en la praxis no puede reducirse a una frase que es fácil repetirla, para poder aspirar a esa educación de calidad es imprescindible que el docente o profesor tenga una sólida formación no sólo en conocimientos especializados, debe ser transparente, honesto, tener mística, vocación, necesita comprender el momento presente, visualizar el futuro, requiere tener plena conciencia que su tarea es la de ser una especie de guía y de ejemplo para el más importante actor de un proceso educativo que es el (la) estudiante, en resumen en materia educativa lo medular es que el alumno aprenda y para ello es necesario contar con profesores que sean capaces de transmitir lo que saben o han llegado a conocer, lo cual haría posible desarrollar óptima o eficazmente las facultades intelectuales, físicas y morales del alumno (a), para de esa manera integrarlo en las mejores condiciones posibles a la sociedad en la que vive. Algo más, en educación el mejoramiento debe ser continuo, debe ser evolutivo como es el ritmo de las colectividades humanas, debe irse acoplando a circunstancias, exigencias y paradigmas de la actualidad, de lo contemporáneo, debe quedar claro hay que educar para el mañana no para el pasado, el pasado nos da lecciones, pero esas lecciones hay que aprovecharlas o utilizarlas para que orienten nuestro futuro.


Cómo hacer posible una educación de calidad a través de una capacitación continua a la que antes nos referíamos, que en otras palabras significa irnos especializando de manera progresiva, para ello no es suficiente el optar por un curso formal de pregrado o posgrado, hay que programar permanentemente eventos para actualizar conocimientos para quienes ejercen la docencia, que deben estar familiarizados incluso en el uso de medios o equipos modernos, de multimedia, porque no existe la menor duda que en cualquier proceso educativo pueden utilizarse métodos pedagógicos o sistemas de enseñanza y aprendizaje que contribuyan a desarrollar de una mejor manera el proceso, pero no puede concebirse la tesis que un buen modelo pedagógico por si solo constituye una garantía de mejoramiento educacional, como tampoco se puede pretender que el objetivo en materia educativa es limitarlo al almacenamiento que el profesor o el alumno tenga de la mayor cantidad de conocimientos, la meta es lograr que sean aplicables a realidades concretas, de lo contrario se estaría formando personas o ciudadanos (as) conocedores de verdades inútiles, de ahí que tenga toda justificación la tesis planteada por la UNESCO que en materia educativa hay que aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir, por ende las clases prácticas, las pasantías estudiantiles, el uso de laboratorios apropiados resultan de gran utilidad, por lo que es indispensable que los centros educativos cuenten con el debido equipamiento para un uso conjunto de docentes y alumnos (as), y se establezca de esa manera un foro franco y abierto entre profesores y estudiantes y en este aspecto las tutorías docentes como instrumentos del proceso enseñanza-aprendizaje son un factor de gran utilidad que requiere ser impulsado.


Surge como corolario de lo antes afirmado una doble necesidad, la una la de establecer procesos evaluatorios que establezcan si los planes o pensums de estudios, programas curriculares, diseños de perfiles profesionales, corresponden a las tendencias de una educación actualizada, si esos planes o programas se cumplen y si quienes tienen la responsabilidad de implementar esos programas lo están haciendo y lo están haciendo bien, es decir evaluar al docente que tiene el derecho de calificar o evaluar al alumno pero que no puede concomitantemente dejar de ser evaluado en su desempeño como catedrático por los propios alumnos y la sociedad, de lo que se infiere existe un compromiso mayor, es el compromiso social, esta necesaria rendición de cuentas a la sociedad que tiene irrenunciablemente el legítimo derecho de exigir una educación de calidad y en este ámbito de la exigibilidad social, debe haber una activa participación de padres de familia y de organizaciones de la comunidad, sin perjuicio de que al fin de cuentas el juzgamiento supremo esté dado por la aceptación y logros que el educando alcance en la vida, aquello explica que los centros educativos vayan posicionando su nombre en el escenario social, vayan introduciendo una especie de “marca” del establecimiento.


Adicionalmente es imprescindible para no hacer conjeturas inmediatistas y poder efectuar análisis dentro de un contexto, el tener que admitir que si el presente es fruto del pasado y el futuro será el fruto de la acción del presente, recordar que en el desarrollo cambiante que ha experimentado la humanidad, la educación ha sido influenciada por factores de poder político que han predominado de acuerdo a formas de gobiernos imperantes o prevalecientes en las distintas épocas, así se buscó formar guerreros en el caso de Esparta, individuos en el caso de Grecia, ciudadanos en el caso de Roma, en la edad media prevaleció la formación religiosa con predominio de lo espiritual sobre lo humanamente natural, en la etapa del Renacimiento en cambio prevalece lo natural y humano, en la edad moderna con la influencia del Romanticismo y del Enciclopedismo que insurgieron y surgieron en Inglaterra y Francia, que desembocó en la histórica Revolución Francesa de 1789, hizo posible que aquella educación rígida de antaño, se transforme en el siglo XIX en una educación más liberal basada especialmente en aptitudes, vocación, habilidades o destrezas humanas, floreciendo la tesis del laicismo y con ello lo reflexivo e imaginativo teniendo como soporte la libertad de enseñanza y aprendizaje, hasta llegar en la actualidad en que el reto de educar se centra en buscar el interés del educando, consecuentemente se debe adecuar a sus anhelos cualquier sistema o modelo educativo y no a la inversa, sólo así se puede hablar de un cambio educativo que sustituya aquella educación dirigida de la que fueron partidarios el nacismo y el fascismo o de una educación impuesta desde la cúpula del poder como la que caracterizó a la Unión Soviética, modelo que respondiendo a un sistema político concentrador y absolutista del poder, perjudicaba en el fondo toda posibilidad de una educación familiar e individual que tuviese como sustento esencial un componente de carácter moral y el derecho del educando, que le permitiese forjar con la mayor libertad posible su personalidad sin renunciar o divorciarse de su idiosincrasia y de sus propios genes.


La Declaración de los Derechos Humanos que quedó consagrada para la posteridad después del triunfo de la Revolución Francesa de 1789, establece como derechos de las personas el de acceder a la educación, concomitantemente establece la obligación de la sociedad y el Estado de proporcionar educación a sus habitantes hasta el nivel básico, de esta garantía fundamental del individuo se deduce que la educación es un derecho personal y un deber social, consagrándola como la vía más apropiada hacia aquello que tanto se pregona, el desarrollo humano sustentable, la educación es por todo lo expuesto un servicio básico que un Estado debe suministrar a sus habitantes para no convertirlos en víctimas inocentes y propicias de su propia destrucción, como lo sostuvo con toda claridad y acierto el Libertador Simón Bolívar con su frase “la ignorancia es instrumento ciego de la auto destrucción de los pueblos”, pensamiento sentencioso que en el fondo advertía que quien ignora o desconoce, es lamentablemente objeto propicio para el engaño o utilización vil y miserable de quienes trafican con la mentira, la palabrería hueca de acciones y la falsa promesa, esos son los falsos redentores que ejerciendo la actividad de politiqueros sólo piensan en aprovecharse de la buena fe de los otros u otras para disfrutar perniciosamente del dolor y la miseria ajena y nada es más corrupto que aprovecharse de la necesidad de los demás.


Desde otro ángulo de vista la educación debe ser integral, no sólo se educa para llegar a saber o conocer, es necesario educar cívica y ciudadanamente, es indispensable que la persona conozca de sus derechos y obligaciones, sin aquello es imposible vivir en libertad, en democracia, de lo contrario la persona es vulnerable a la desinformación, está desorientada, se vuelve fácil presa de la persuasión retórica de falsos dirigentes o seudos líderes que sólo buscan conseguir votos para las próximas elecciones y olvidan su compromiso con los votantes, convirtiendo el voto que es un derecho político, en un acto donde el ciudadano es reducido a ser una persona que se adhiere a una tesis que en apariencia le es más conveniente, terminando por desengañarse, frustrarse, perdiendo su fe y confianza en su destino político, por ello hay que aceptar que no es tan cierto que en virtud del sufragio las personas valen lo mismo y son iguales (todos tienen derecho a un voto) en la realidad eso no es cierto, los que dirigen la comedia política tienen privilegios frente a los que no tienen poder, lo único que coloca en igualdad de oportunidades y situación a las personas es el conocimiento, por ello afirmamos que la educación, la buena educación, es la única vía que conduce a la igualdad de los seres humanos.


Pero para que la educación permita igualdad de oportunidades a las personas, debe partirse de la premisa que debe haber igualdad en el derecho de acceso a educarse en todos sus niveles: básico, medio y superior, lo cual implica que no pueden existir situaciones de orden social, económico, de género, políticas, religiosas, que bloqueen el indicado derecho, en consecuencia deviene esencial colocar en igualdad de posibilidades a todos los habitantes de un país, eliminando diferencias entre ricos y pobres, diferencias étnicas o raciales, lo cual vuelve también real y efectiva la equidad de género, que es una de las tesis o aspiraciones que más auge ha tenido en los últimos años.


Todo lo antes expuesto nos conduce a que aceptemos que la educación es un proceso formativo de la persona que comienza en el hogar, en el seno familiar, aquello explica que para permitir ese proceso, se consagre el derecho de los padres a dar a sus hijos (as) la educación que más convenga al futuro de ellos (as), como lo estipula la Declaración de Derechos Humanos, sin que esa protección a la educación familiar excluya la obligación de los educadores de corregir cualquier desviación que provenga de una educación hogareña mal concebida, donde haya existido maltrato al niño o adolescente, desviaciones de los padres, pues esta debe presumirse tiene como sustento una educación en dignidad y valores. En este punto cabría agregar que el calor del amor familiar es tan necesario en el desarrollo de un ser humano, que el psicoanalista Sigmund Freud sostenía que la principal etapa en la vida de las personas son sus primeros cinco años de vida, donde el cariño de los padres penetrará en la sensibilidad del niño (a) y lo convertirá en una persona que no carecerá de ese elemento nutriente que es el calor humano de su familia cuya importancia es tan alta que no tiene precio.


Si la educación es un derecho de todos y un deber social, por regla general debe ser suministrada por el Estado, pero la realidad nos dice que ante la imposibilidad del Estado de atender a todo el universo de potenciales educandos en cualquiera de sus niveles, se ha hecho necesario en países como el Ecuador, que exista de manera subsidiaria o complementaria una educación particular y de esa realidad se deriva una realidad preocupante, el hecho que la educación particular por ser pagada y tener un costo para el estudiante y el padre de familia, tiene más exigencia y como consecuencia de esa realidad, la educación particular resulta de mejor calidad que la pública y eso va generando inequidades o desigualdades sociales que acentúan la marginalidad del que menos tiene al estar huérfano de los más sólidos y mejores conocimientos, colocándose en desventaja frente a quienes reciben una mejor y más responsable educación, es decir en resumen, van creciendo élites con mejor acceso al conocimiento del mundo real frente a quienes por una educación ineficiente terminan por aspirar a ser dependientes de quienes tienen más conocimiento y mejores condiciones económicas, que son los que controlan el aparato productivo de la sociedad, por ello insistimos en que el conocimiento teórico sin aplicabilidad práctica es estéril y socialmente improductivo y hasta nocivo, se educa no para recibir un certificado o diploma de haber estudiado, se educa para el trabajo, por eso el axioma “aprender haciendo” es lo básico para el futuro del estudiante.


Hay quienes piensan que el adquirir un título o diploma de cuarto nivel es por sí solo una garantía de estar en presencia y frente a un profesional o educador de altos conocimiento, sin duda el posgrado es uno de los mecanismos más tangibles para la capacitación, pero la simple consecución del título o diploma no puede considerarse una credencial que por sí sola sea un factor determinante o un indicativo de que se poseen conocimientos en el más alto nivel, no se puede olvidar que “el hábito no hace al monje”, de tal manera que lo único que habría siempre que privilegiar, es a quien en ejercicio de la cátedra sobre todo a nivel superior demuestra tener una clara visión tanto de su alta misión social como de la alta responsabilidad que tiene en el ejercicio de la docencia como formador de nuevos ciudadanos, de nuevos profesionales o de nuevos dirigentes de la sociedad y para ello se requieren ser dueños de una ética libre de todo tipo de sospechas, su conducta en la sociedad deber ser transparente y merecedora del más amplio respeto y credibilidad ciudadana.


También está de moda el pensar que la educación a distancia es una expresión de contemporaneidad o actualización en los proceso educativos, sin duda los modernos medios informáticos facilitan el poder implementar este tipo de propuestas de facilitación del aprendizaje, pero en modo alguno aquello significa que quien oferta estudios a distancia está transitando por rutas acordes con las exigencias del mundo actual en materia educativa, esa oferta demanda de equipos docentes dedicados exclusivamente a esta labor, de alta capacidad de la planta profesoral y de una infraestructura bibliográfica y de equipamiento tecnológico que pueda realmente hacer que estos cursos sean confiables y de buen nivel. No se puede soslayar que un mal entendido facilismo degrada el proceso de aprendizaje y es un verdadero engaño al estudiante, hay entidades sobre todo de educación superior que al ofertar una serie de cursos de fines de semana o también llamados semipresenciales, lo único que consiguen es afectar la imagen, seriedad y respetabilidad que deben tener los estudios a nivel universitario y politécnico y eso le ha hecho mucho daño a la Universidad ecuatoriana.


La educación por regla general debe tener como elementos inseparables la razón, la crítica objetiva que debe ser ajena a negativismos y en consecuencia debe ser pro-positiva y la creatividad o la imaginación, no hay que olvidar que el más alto pensador del siglo XX que fue Albert Einstein sostuvo que “más importante que el conocimiento es la imaginación”, tenía toda la razón, el saber no viene encapsulado, ni es objeto de trasplante de ningún género, lo único real es que los actores del proceso educativo docentes y estudiantes, por la propia personalidad, por la inteligencia y conocimiento que los caracteriza deberían tener una dosis de creatividad que les permita obtener el máximo provecho educativo de su diálogo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Si hemos sostenido que la educación deber ser de buena calidad, también hay que entender que esa educación no puede tener ningún tipo de sesgos que la sometan a dogmas o fundamentalismos que en fin de cuentas le resta racionalidad y libertad al proceso educativo, aquello explica que se proteja la educación de todo tipo de proselitismo de orden político partidista o religioso, sin que eso signifique en modo alguno, que en los establecimientos educativos estén prohibidos tocar temas de tanta incidencia en la vida de la sociedad como son los vinculados con tesis o doctrinas políticas y creencias religiosas lo que no se puede y es incorrecto es favorecer a una tendencia o grupo político o a una determinada religión.

De otra parte la actividad educativa requiere como ninguna otra la mayor cercanía del usuario o beneficiario de la misma, y en este aspecto si alguna actividad requiere descentralización o desconcentración sobre todo en la parte atinente a lo que es infraestructura y posibilidades de veeduría social, es justamente la educación, de lo contrario se restringiría o bloquearía aquella participación de la comunidad a la que antes nos hemos referido. Esta necesidad de ninguna manera se contrapone a que las políticas educativas sean de carácter nacional, si admitimos la universalidad del conocimiento, de tal manera que los parámetros e indicadores que a manera de principios generales deben ser observados en todo proceso educativo deben estar claramente establecidos en la legislación que adopte el país y en los parámetros que se establezcan para los procesos evaluatorios o los indicadores de desempeño docente que se señalen para obtener resultados sobre el servicio educacional que se preste, sin que eso sea incompatible con la necesaria participación de los gobiernos locales que deben coadyuvar a mejorar la prestación de tan fundamenta servicio.

En la actualidad se viene insistiendo que dado el proceso de internacionalización del mundo actual, se vuelve indispensable que se acentúe la necesidad del aprendizaje de un idioma extranjero y al interior del país hay justificados reclamos de favorecer una educación intercultural que facilite a los sectores de lengua nativa el poder escoger con toda libertad la lengua en que quisieran realizar su proceso de enseñanza y aprendizaje, lo que no cabe en educación es la imposición, de tal manera que ni se puede exigir a grupos étnicos que habitan al interior del país que se eduquen en una lengua ajena a su lengua nativa ni tampoco se puede imponer a quienes no conocen esa lengua nativa ni tiene ninguna afinidad con ella, que estudien con ese idioma, como tampoco cabe exigir se aprenda idiomas de otros países, quedaría en consecuencia a la libre decisión del educando en cuanto desee tener mejores posibilidades de relacionarse en el mundo en que vive de tener mayores opciones de investigación al poder acceder a textos escritos en idioma extranjero, eso es conveniente pero no es indispensable y no puede tampoco ser impuesto, lo que si debe es fomentarse una cultura de aprendizaje de idiomas extranjeros entre ellos el inglés como el idioma de mayor interconexión en el mundo.

Finalmente cabe una acotación, las urbes o países de mayor desarrollo siempre tuvieron como el principal aliado de ese desarrollo a los centros educativos sobre todo a nivel universitario, por ello París es famosa por su histórica Universidad de La Soborna, Oxford y Cambridge son ciudades inglesas que tienen una gran resonancia mundial por ser centros universitarios, igual sucede con Heidelberg en Alemania, Montpelier en Francia, Harvard en Estados Unidos y así muchas ciudades y países se enorgullecen de ser centros universitarios que elevan su jerarquía dentro del concierto de ciudades o Estados del mundo, Manta afortunadamente no se quedó atrás, es ciudad universitaria y el país y América lo reconocen.


2 comentarios:

Mariuxi Posligua dijo...

buenos dias Lic. Medardo Mora me parece muy interesante su articulo ya que la educacion es el mejor regalo que los padres pueden darle a sus hijos ya que la educación es lo mas fundamental para el desarrollo de la sociedad, porque la educacion es una ciencia que todos los seres humanos debemos tener. att.
Mariuxi Posligua estudiante de II
Semestre de CORP

Jennifer Mera dijo...

Dr. Medardo Mora es un gusto saludarlo y sobre todo felicitarlo, por los excelentes artículos que publica a cerca de la educación, que son de gran ayuda para los estuiantes de la ULEAM y para todos quienes esten interesados en conocer más de estos temas que realmente son muy buenos.