miércoles, 22 de mayo de 2013

Apuntes a “Ecuador: Identidad o Esquizofrenia”


Mayo /2013
Medardo Mora Solórzano
Leer el libro de Miguel Donoso Pareja “Ecuador: Identidad o Esquizofrenia”, emociona, recrea, nutre de patriotismo, alecciona, es una invitación concebida y narrada para hacernos sentir que el Ecuador sí puede ser un país unitario,  si lo aceptamos tal como es, con sus diferencias étnicas, culturales, geográficas, climáticas.

El autor es uno de los ecuatorianos más lúcidos y un profundo conocedor de la realidad nacional. Nos advierte con la  frontalidad y sencillez  de quien sabe lo que dice “detectado el mal, asumida su existencia  y sus causas, no luchar contra él es un suicidio”, lo escribe con la seguridad de un criterio basado en la investigación  histórica y el estudio permanente, con la cabal comprensión de elementos y factores que han confluido y confluyen en la falta de  unidad, “una identidad nacional  esquizofrénica,  puede llevar  a un país  a su disolución, a desmoronarse, a caerse en pedazos”.

Este concienzudo  análisis fundamenta sus opiniones en hechos históricos y actitudes irrefutables. Recuerda el cruce de expresiones que como dardos se lanzaron dos grandes personajes de la historia nacional, ambos patriotas, pero con ópticas regionales vividas desde diferentes orillas llenas de desafectos.  Eugenio Espejo apasionado  en ensalzar al quiteño y denostar al guayaquileño Juan Bautista Aguirre con toda su artillería poética, refutando la arremetida de Espejo describe al guayaquileño  como seres con “indolencia,  crueldad  y barbarie en los habitantes  montenses de Guayaquil y Babahoyo”, el poeta de Daule, Juan Bautista Aguirre, arremete contra el quiteño y lo define, “va también cual rapaz, vestido de ángel andante, con su cara por delante y máscara por detrás, con tan donoso  disfraz, echan unas trazas raras, dándonos señales claras, que  en el quiteño vaivén, aún los ángeles también, son figuras de dos caras”.

Estos dos personajes que vivieron  en el siglo XVIII,  demuestran  que  percibir la realidad con visiones parcializadas cargadas de animadversión: los  guayaquileños y por extensión los costeños, son superficiales, tontos, impulsivos, violentos, sin ideas, inconsistentes, salvajes, crueles, orgullosos; y los quiteños  y por extensión  los serranos, de dos caras, farsantes, imbéciles, traumados, chismosos y traidores. Estas diferencias son a las que Jorge Enrique Adoum, notable intelectual ambateño residente en Quito, las considera como “señas particulares” del Ecuador.

Otro notable ecuatoriano, Belisario Quevedo, tampoco  esquiva escribir sobre las radicales diferencias  entre quiteños y guayaquileños, no mezquina el uso de calificativos para fundamentar sus afirmaciones, el propio autor con su texto “ La violencia en el Ecuador” y Jorge Enrique Adoum, con su obra “Ecuador Señas Particulares” no esconden sus criterios  para resaltar las formas de ser y pensar de quiteños y guayaquileños,  y los calificativos para fundamentar sus afirmaciones, aquello lleva al autor del texto que comento a decirnos sin ambages, que  han pasado más de 200 años y seguimos sin superar diferencias que se ahondan en la medida en que no se las reconozcan. Hoy  en el año 2013, hay un balance que exhibir, Guayaquil dejó de ser sin darse cuenta la capital económica del Ecuador, Quito la supera en riqueza que circula casi con el doble , el flujo de los petrodólares en la capital  de la República, el tener concentrada la administración pública, ser sede de Misiones Diplomáticas, de las Organizaciones no Gubernamentales,  unido a la gestión regionalista del mal llamado gobierno nacionalista que impulsó el General Guillermo Rodríguez Lara, tiene un resultado al haber sembrado los petrodólares en Quito que creció y se embelleció ostensiblemente   después del boom petrolero, en cambio la Amazonía,  territorio de donde se extrae esta riqueza natural del subsuelo, profundizó su condición de región marginal del país, aunque debo señalar  que el recurrente reclamo  de sus habitantes la van rescatando de su olvido y subdesarrollo.

El remezón provocado por el planteamiento de instaurar  en el  país  un régimen de autonomías provinciales (años 1999-2000), que respetando el ordenamiento territorial cambiara radicalmente el modelo de gestión  y la estructura política-administrativa del Estado,  hizo que  al menos se destine a los gobiernos seccionales un porcentaje  del 15% del Presupuesto del Estado, se descentralizó  administrativamente algo, pero no se desconcentró políticamente nada.

Me permito un paréntesis, Manabí fue la provincia socializó esta propuesta, difundió el tema de las autonomías con mayor detenimiento y análisis, se conformó un Comité Cívico Interinstitucional con todas las entidades públicas  y privadas representativas de Manabí,  se hicieron cinco Asambleas Provinciales, para debatirla y concienciarla, se recorrió la provincia en todos
sus cantones, parroquias, e incluso recintos, se hizo  la Consulta Popular el 17 de Septiembre  del año  2000, que obtuvo más de un 90% de apoyo ciudadano, se logró incluso  que el Congreso Nacional aprobara  realizar una Consulta Popular  a nivel nacional, se ganó esa difícil batalla  en la Legislatura, pero el Presidente de aquel entonces, sintiéndose políticamente débil,  el Dr. Gustavo Noboa Bejarano se abstuvo de convocar la Consulta, ese movimiento  más cívico que político, lo impulsó y coordinó a nivel de provincia la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí, representada  por varios directivos y por su Rector, que además recorrió el país  impulsándola en incontables foros y conferencias. Hago una digresión de orden personal, mi condición en aquel entonces de Presidente del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas  del Ecuador (CONUEP) me facilitó el recorrido y la participación en múltiples reuniones y conferencias en las distintas provincias del país, más aún, formé parte de la Comisión Nacional  de Descentralización, Autonomías y Circunscripciones Territoriales, que conformó el ex Presidente Jamil Mahuad (años1999-2000).

Para sustentar el vasto análisis que hace  Miguel Donoso Pareja  sobre una inocultable  realidad nacional, incorpora  el pensamiento de ilustres ecuatorianos de todas las épocas, para ir al encuentro de una  identidad nacional que nos haga  sentir que somos  un país  con diversidades pero único. Recoge en su relato el criterio  de  ecuatorianos que han honrado al país,  Leopoldo Benítes Vinueza,  que llegó a un sitial  al qué difícilmente llegará  otro ecuatoriano e inclusive otro latinoamericano(hace poco se nombró a un mejicano)presidir la Asamblea General  de las Naciones Unidas, Benítes a quien  cita el autor  en el comienzo y a lo largo de  su libro, escribió con notable acierto “Ecuador, Drama  y  Paradoja”, por ello fue él quien en la Asamblea Constituyente de 1945 después del triunfo de  la Revolución  de Mayo, pronunció un fogoso y vehemente discurso  proponiendo la imperiosa necesidad de desconcentrar al poder político en el Ecuador, teniendo  en aquel entonces el  inmediato  respaldo  del también legislador  constituyente,  Pedro Saad.   
                   
Acude también el autor al testimonio de ese otro  ecuatoriano   inmenso que fue Benjamín Carrión, gran promotor  del quehacer cultural que soñaba con un Ecuador  ubicado en un primer plano  en el apoyo y difusión de la cultura, no deja de  citar escritores  de la talla de Jorge Icaza, de Angel F. Rojas, José de  la Cuadra,  Luis  A. Martínez, Jorge Carrera Andrade entre otros,  incluso de los actuales  valores  del intelecto nacional, por eso cita a Fernando Tinajero, cuyo pensamiento tiene la solidez de criterios filosóficos, por supuesto no  deja de referirse constantemente  al provocador  libro  de Jorge Enrique Adoum “Ecuador señas particulares”, que inquieta a  Donoso Pareja a contarnos con la solidez de su versado  y amplio conocimiento de la esquizofrenia en la que se encuentra extraviada la posibilidad de ir al encuentro de una identidad nacional .

El afán de Miguel Donoso Pareja  es construir un  alma nacional, una identidad que nos convoque como país, que nos haga sentir que tenemos forma de ser y pensar homogéneas. Inversamente  los pasacalles, “el chulla quiteño” y “guayaquileño” son expresiones  con visiones y sentimientos distintos y distantes, el guayaquileño  se autoproclama valiente, guerrero, inigualable en esa faceta, el “chulla” quiteño se cree dueño del patrimonio nacional y también  del Quito Colonial, vive la vida encantado, eso explica que el conjunto  de los ecuatorianos (as)  prefiere escuchar música  de otras latitudes.

No se omite en el completo análisis que efectúa el autor, la existencia de un montubio con identidad propia, por ello recurriendo  a José de la Cuadra y al manabita Humberto Robles,  resalta que en la Costa existe una  etnia mestiza campesina, laboriosa, rebelde, el montubio, de quien  José de la Cuadra dice “es gente en quien confiar”, y considera a Guayaquil  la  capital montubia.   El último  censo revela sus rasgos de tipicidad, los montubios  por propia voluntad se declaran que se sienten y son eso, superan en porcentaje de población a la india en el país, es decir el montubio no escondió su condición de campesino orgulloso de su vida y de sus ancestros, agregó algo, el montubio es 100% de la Costa ecuatoriana, el indio habita a lo largo y ancho de países andinos y en territorios de México y Centro América.

Merece destacarse en todo lo que  se ha dicho sobre el país a lo largo  de su historia, que lo recoge el autor, lo expresado por   Juan  Maiguashca:    que en el Ecuador  entre 1830 y 1925 existieron dos  visiones que compitieron  por transformarse en mitos unificadores de la sociedad ecuatoriana: una católica,  defendida por Quito y Cuenca,  la otra laica, postulada con igual  ardor por Guayaquil.

Tampoco se puede dejar de citar  la broma de buen o mal gusto, de Simón Espinoza Cordero, que irónicamente comenta que es una pena que no seamos vecinos de Bolivia, para darle una  salida al mar  “que nos sobra”, recibiríamos a cambio el poder respirar el aire puro de los páramos bolivianos.   Nos recuerda  el autor que ya el Barón de Carondelet buscaba que Quito tenga  su puerto en Esmeraldas, sosteniéndose con mucha razón que  antes era más fácil para los quiteños  viajar de Quito a Bogotá que a Guayaquil y de Guayaquil a Lima que a Quito, la construcción del ferrocarril Quito-Riobamba-Quito, obra iniciada por García Moreno (guayaquileño) y hecha realidad  por  el  manabita Eloy Alfaro sin duda contribuyó a  comunicarnos entre serranos y costeños y en general entre todos ecuatorianos.

La falta de identidad que se pone en evidencia en el libro nos hace notar el autor, que no tenemos ni siquiera un “trago” nacional, como lo tiene Cuba con el “mojito”,  Chile y Perú con el “pisco souer”, Puerto Rico  con la “piña colada”, Brasil con la “caipiriña”, México  con “la margarita”, en cambio en Ecuador el aguardiente y hasta la cerveza se los procesa  de desiguales maneras en Costa y Sierra, su sabor no es exactamente el mismo.

Tan frágil ha sido y es la identidad del Ecuador como país,  que políticamente  se utilizaron las antiguas disputas territoriales con el Perú, para motivar en  la ciudadanía  un elemento de unión, aquella  estrategia la utilizó el ex -Presidente Velasco Ibarra en los años 60, cuando denunció la nulidad  del Protocolo  del Río de Janeiro, luego los conatos de guerra en los gobiernos  de Jaime Roldós  y Sixto Durán,  hicieron vibrar un sentimiento patrio, después apenas nos hemos  sentido unidos y orgullosos con los triunfos  de la selección nacional de fútbol, con los éxitos  alcanzados por deportistas como Alberto Spencer, campeón mundial de clubes de balompié con Peñarol de Uruguay,  los triunfos de tenistas de élite como  Pancho Segura, campeón mundial en la década de los años cincuenta en los circuitos de aquella época, de Andrés Gómez cuando ganó el afamado torneo de tenis de Roland Garros de París, de Jefferson Pérez campeón olímpico y mundial en marcha atlética, los triunfos  de Jorge  Delgado  en natación como campeón panamericano, la epopeya de “los 4 mosqueteros” en Lima, logrando un campeonato sudamericano de natación, de Jacinta Sandiford campeona  panamericana de salto alto en Buenos Aires, son  logros y/o episodios que posibilitaron unirnos como ecuatorianos  y sepultar,  aunque sea con  emociones circunstanciales, nuestras diferencias regionales y a corear a gritos  el nombre de Ecuador, que parecería haberse encontrado represado.

Después de fundamentar sus puntos de vista de lo  que ha  sido y es la vida del Ecuador, aquel que Jorge Enrique  Adoum lo definió como un país irreal, limitado por sí mismo, dividido en dos por una línea imaginaria, de reconocer el valioso aporte hecho por el padre Juan de Velasco para dotarnos de un origen e historia común, es necesario concluir  rescatando el mensaje que Miguel Donoso Pareja  nos entrega: buscar imperiosamente una identidad nacional que solo será posible si nos reconocemos como un país diverso, conscientes que en esa diversidad no está su debilidad, sino  su real fortaleza, por eso coincide con Benítes Vinueza en la necesidad de complementarnos y no de dividirnos, ese país diverso  no debe abogar por ser plurinacional, lo que procede es que se defina como pluricultural, con la existencia  de etnias que forman parte de una riqueza cultural que tiene mucho que mostrar a nacionales y extranjeros, por ello también  remarca el autor que no se puede seguir insistiendo en un bicentralismo o en un tricentralismo, existe un quiteño-centralismo, que emerge de la condición  de capital de la República que tiene Quito, ahí reside el  centro del poder político, es la sede  del gobierno, ahí radica y se regula la administración pública, allá se administran los recursos públicos que a partir  de la bonanza petrolera disminuyó la preponderancia  que tuvo en épocas pasadas la agro exportación de la Costa.

Más de doscientos años después dos ecuatorianos del más elevado nivel intelectual, Miguel Donoso Pareja y Jorge Enrique Adoum,  sostienen  la polémica que tuvieron  esos dos extraordinarios personajes de la historia patria, Eugenio Espejo y Juan Bautista Aguirre, lo cual sin duda contribuye a  alimentar en el espíritu ciudadano de ecuatorianos  y ecuatorianas que la autocrítica y crítica nos hacen bien, es el punto de partida para el logro de cualquier objetivo.
 

martes, 20 de noviembre de 2012

DISCURSO DE ORDEN VIGESIMO SÉPTIMO ANIVERSARIO UNIVERSIDAD LAICA “ELOY ALFARO” DE MANABÍ

Noviembre 13/2012


Hoy cumplimos  27 años.  Los recordamos y celebramos con la íntima satisfacción que solo es posible sentirla cuando se obra y procede decentemente, con transparencia, con apego a ideales, cuando se es consecuente con lo que es nuestra razón de ser, con lo que significan nuestros fines y funciones, de saber que nacimos sin otro patrimonio que no sea el procurar escribir algunas páginas en blanco de los más elevados anhelos espirituales, de sueños que nos alentaban y alientan a luchar en una sociedad que la sabemos contaminada de corrupción, de mentiras, de convencionalismos, de ambiciones personales, por eso hemos conocido de limitaciones, de incomprensiones, de apreciaciones subjetivas carentes del debido sustento lógico, pero le hemos dicho a la juventud y hoy lo repetimos, que cuando hay firmeza de principios es posible enfrentar la codicia y mala fe humana, al mal no se lo vence con el mismo mal,  sino con la práctica del bien y las virtudes humanas, en esa posición no se debe claudicar, ni se puede ser débil, aceptar los hechos consumados injustos e incorrectos es abdicar de  enfrentar el porvenir.
El Dr. Medardo Mora cuando se dirigió a los presentes en la sesión solemne.
Como Universidad tenemos el sano orgullo de haber crecido al amparo de la defensa de lo ético,  de lo honesto, de la lucha sin renunciamientos ni concesiones por la justicia, por la libertad, por la igualdad, por la fraternidad, que inspiraron la acción patriótica de nuestro incomparable patrono, el General Eloy Alfaro, símbolo insigne de esta tierra montubia y generosa que es Manabí. Esa ha sido y es la filosofía institucional,  por eso la ocasión es propicia para que reafirmemos nuestro criterio  que en la vida no hay que olvidar que si no tenemos claro lo que hemos sido, no sabremos lo que somos ni hacia donde vamos, por ello es saludable y ocasión propicia el recordar para no ser ingratos con la memoria histórica, que  este proyecto universitario mantense y manabita nació sin tener ningún bien material, ningún centavo en caja, hubo como existe hoy día en la gran mayoría de nuestra comunidad universitaria, un definido sentido de pertenencia a la institución, nada que privilegie intereses o visiones personales o de grupo, nunca se anidó en nuestra gestión el afán vanidoso y superficial de ostentar una obra material, hemos sido y eso somos, un espacio abierto donde el pensamiento puede ser libremente expresado, donde  las ideas sazonadas con el aval de la razón, donde la crítica objetiva y fundamentada, contribuyen a producir un conocimiento que buscamos sea cultivado  en el diálogo permanente entre docentes y estudiantes, buscamos por esa vía construir desarrollo humano, hemos batallado y seguimos batallando porque el  apego a la verdad nos inspire, jamás nos atemorizó  la  manipulación grotesca de la información,  sabemos muy bien que la farsa  siempre será  sepultada por la realidad de los hechos, sabemos perfectamente que investigar la verdad es duro, mucho más duro decirla, genera resentimientos en quienes no quieren o no les interesa oírla,  esa actitud que no ha conocido de sesgos y desviaciones ha sido y es la principal motivación de nuestra gestión, invariablemente alimentada por el  sano y sobre todo sincero deseo de ser útiles a lo que siempre constituyó la esperanza del hoy y del mañana, que es la juventud, a la que queremos orientar para que pueda conducirse con un mejor conocimiento del escenario social, las dificultades y oportunidades que le va presentando la vida,  es axiológico, el conocimiento nos hace o debe hacernos más responsables.  
Panorámica de la sesión por los 27 años de la Uleam.
Porque Manta, Manabí y el país  tienen en esta Universidad  una entidad que practica el laicismo como vertiente educativa que facilita y mejora un aprendizaje liberador, siempre entendimos que el pluralismo es inherente a la actividad académica, aquello explica porqué no florecieron en nuestros claustros las proclamas sectarias o dogmáticas, los sofismas, la demagogia engañosa, la imposición forzada de criterios, eso hizo que nunca deje de palpitar en lo más hondo de nuestros sentimientos y en lo más alto de nuestros pensamientos, privilegiar las aspiraciones de la comunidad universitaria,  de la colectividad regional, nunca quisimos agotar nuestras acciones  en la formación profesional o técnica de nuestros alumnos y alumnas,  nos ha estimulado y estimula  la formación de mejores ciudadanos y ciudadanas, que se transformen en esos pilares o cimientos sobre los que se edifique una mejor patria, creemos  y estamos convencidos que no nos hemos defraudado nosotros mismos, que le hemos respondido con pertinencia y afecto a los jóvenes de nuestra provincia, de nuestra patria, hoy comparecemos con la frente y manos limpias, con el corazón erguido, a decirles que hemos actuado y obrado con dignidad, que es la única manera de vivir alegremente, conscientes que con dignidad es difícil vivir y eso es cierto, pero  también creemos que sin dignidad no se puede ni debe vivir, eso solamente causa profundo daño  y  perjuicio a la colectividad, nunca olvidemos que la cizaña destroza lo bueno y constructivo.
Al fondo la mesa directiva con autoridades e invitados especiales.
En esa línea de apego a principios, somos definitivamente una Universidad genuinamente democrática  que ha buscado favorecer el deseo de superación de los jóvenes sin distingo ni limitaciones, hemos promovido y respetado la libre expresión  y circulación de la palabra, de  criterios u opiniones, creemos  que  una Universidad debe ser sede del intelecto, un foro abierto a la exposición de ideas, de doctrinas, de conceptos, de tesis, expresadas con el rigor que nos exige un conocimiento racional, las ideas deben estar provistas a nivel universitario con el ingrediente que nos proporcionan  la ciencia y la tecnología, hemos sido y somos ajenos a todo tipo de manifestaciones fundamentalistas, prejuiciadas, cuánto placer se anida en nuestro espíritu y mente, cuando después de vivir 27 años, los conceptos educativos con los que nacimos, la calidad como tesis de mejoramiento continuo y el aprendizaje del alumno como  centro del proceso  enseñanza-aprendizaje,  hoy estén recogidos  en la actual Constitución Política del Estado,  como los ejes fundamentales de una educación que apueste a formar  una personalidad vigorosa y segura  en el educando.
Reinas y representantes de instituciones estuvieron como invitados especiales.
En esa dicotomía que tiene  la vida  de apariencias y realidades, nos hemos definido sin ambages como hombres lealmente universitarios, por eso nunca dejaron de estar presentes en nuestra gestión institucional aquellas Reformas Universitarias que tanto  aportaron al fortalecimiento de los entes de educación superior y al desarrollo de las sociedades humanas, la primera fruto de la rebelión de Córdova-Argentina  de 1918, que defendió con entereza la autonomía universitaria, que buscó romper con el tradicionalismo  de un docente que creía que sus lecciones eran las que debían ser repetidas y memorizadas por los estudiantes, aquella rebelión reclamaba una Universidad que investigue, que se equipe con buenos laboratorios, que consagre el cogobierno, para que los estudiantes sean partícipes y fiscales  del proceso enseñanza-aprendizaje, esas tesis insurgentes nunca dejaron de tener cabal aplicación  en nuestro accionar institucional, la segunda Reforma que nace en las calles de París en 1968, destapó la esclerosis  de una Universidad al servicio de las élites  del poder político y económico,  proclamó el principio de la igualdad de oportunidades, hemos sido y somos una Universidad donde jamás tuvo cabida el discrimen, gracias a esa Reforma  universitaria que defendió la igualdad, hoy para graficar, a manera de ejemplo la contribución entregada al destino de la humanidad,   la mayoría de estudiantes son mujeres, hoy están conscientes que  ya no tienen ninguna razón  para limitar  su actividad a ser dependientes  del hombre, a ser una buena ama de casa dedicada a la crianza de sus hijos, hoy la mujer busca superarse, ser ella misma, ser libre de ataduras arcaicas. Nunca  olvidemos que  desde la Universidad  debe salir la visión de la ruta a recorrer por un país, ese es el legado de las reformas universitarias que hoy he querido recordar y resaltar.
Como institución somos eminentemente humanistas, se ha privilegiado  invariablemente  los anhelos  de la comunidad universitaria como colectivo institucional, las aspiraciones de todos y cada  uno de sus estamentos de docentes, estudiantes y funcionarios, por eso nos hemos consolidado como una organización donde todos podemos sentirnos actores y partícipes del desarrollo y logros de nuestra Universidad,  aquello explica que hoy sostengamos sin temor a equívocos que la principal fortaleza que poseemos es el afecto, el sentido de empoderamiento, el esmero con el que nuestro personal, labora y colabora en la realización de nuestras actividades cotidianas, somos un equipo de trabajo,  que a través  de las distintas instancias directivas, de las Unidades Académicas, de los Departamentos, de Institutos,  tienen  la suficiente facultad para generar la propuesta de lo que debemos hacer, un ambiente donde cada uno tiene su atribución y concomitantemente  su responsabilidad, no somos partidarios del ejercicio  vertical de la autoridad, por  eso favorecemos un amplio ejercicio  del cogobierno, por todo aquello  es que estamos conscientes que nunca habitó en nuestro interior, ni en nuestra mente, ni en nuestro ánimo, la soledad del poder, ni mucho menos la soledad del egoísmo, de la envidia, de la mezquindad, todo por  y para los demás como nos enseñó  nuestro ejemplar patrono y guía, por eso tampoco tengo  dudas que hemos  servido a nuestra juventud, a nuestra provincia y a nuestro país, con una vocación de servicio que no ha reconocido  fronteras, esa actitud  es la que nos ha llevado a ser la Universidad  que más creció en el país, cuantitativamente y cualitativamente  en los últimos 27 años, somos un complejo educativo, en el que incluyendo estudiantes de educación inicial, básica, media, pregrado  y  posgrado, se aproxima a los 30.000 alumnos y a los 2.000 servidores entre personal docente y administrativo, que diariamente  renuevan su  vocación  de obrar con la mayor calidez y lealtad, con orden, con respeto, somos una organización sólida, estimulada constantemente por lo único que nos acompaña  y que se convierte en la más elevada virtud de toda acción humana: el desinterés, por ese enraizado sentido comunitario es que no ha tenido cabida en esta Universidad alfarista, aquella extraordinaria frase de Jhon F Kennedy:  “el éxito tiene muchos padres, el fracaso es huérfano de padre y madre”, aquí todos somos actores militantes  de nuestro quehacer y destino como institución, si alguien o unos pocos no lo entendieron así,   no han logrado comprender la diáfana y consistente ruta que hemos transitado y escogido.
Hemos adoptado como modelo de gestión  en el marco de la ley vigente “la formación profesional con educación continua”, aquello explica  el porqué apoyamos ilimitada e inmutablemente la capacitación y especialización de nuestro personal docente, hoy contamos con más de un 70% de docentes con el grado académico de posgrado, si la vida es un permanente aprendizaje como nos lo enseñó Sócrates, solo el estudio, la investigación  y la lectura nos acercan al conocimiento, porque hemos  sido claros en nuestro modelo de gestión que no conoce de imposiciones pero si de la persuasión como mecanismo para disciplinar objetivos,  es que estamos seguros  y confiados que  cumplimos con los requisitos para responder  a cualquier  proceso  de evaluación o acreditación, la Universidad cuenta con una capacitada  infraestructura humana, con un  equipamiento adecuado y una amplia infraestructura física, acompañada de una filosofía que no conoce de sinuosidades, aquello nos da el soporte estratégico necesario  para el logro de  propósitos y metas que siempre están presentes en la tarea que emprendemos.
Medardo Mora, rector de la Uleam.
Nuestra  comunidad ha estado preocupada y se ha preparado  en el presente año, para enfrentar una evaluación externa, como Universidad no hemos escatimado esfuerzos  para apoyar todo lo que se  nos ha solicitado para responder a estos procesos que por disposición  de ley debemos cumplir, creemos en una evaluación que busque  mejorar procedimientos y corregir debilidades, en materia educativa las medidas represivas no tienen cabida, de nuestra parte sabemos por encuestas realizadas por nuestro Departamento de Investigaciones que la gran mayoría de nuestros egresados se  desenvuelven eficientemente en sus tareas  profesionales, en sus ocupaciones laborales, ese es nuestro producto social y sabemos que es mayoritariamente de buena calidad, en todo caso  estamos  conscientes que en materia educativa no hay prisas ni pausas, hay que mejorar todos los días, creemos con Charles Darwin que los  que triunfan  son los que mejor se adaptan  a los cambios y eso es lo que hemos hecho, siempre  hemos  adecuado nuestros  planes y programas a las recurrentes mutaciones de los nuevos desafíos de una humanidad de  acelerados cambios  y  nuevos paradigmas, de innovaciones tecnológicas,  pero no somos permeables a dejarnos seducir por lo novedoso, el problema no es ser dependientes de  paquetes  o programas tecnológicos, ni tampoco aceptar sin beneficio de inventario el uso de novedosas teorías pedagógicas, lo único  que nos preocupa  y eso es lo realmente innovador, es como ir logrando facilitar el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas,  no para convertir en sabio a nadie, sino para lograr que ignoren menos, sabemos muy bien que en la actividad humana no existe la perfección pero si es posible aprender a cometer menos errores, a equivocarnos  menos,  estos son los verdaderos desafíos a superar, estamos  firmemente convencidos que llegar a saber es  bueno, pero saber hacerlo, eso, es lo que hay que aprenderlo bien, no somos partidarios de indigestarnos  de teorías, teoría y práctica deben ser los inseparables componentes de toda acción de  beneficio social, hay que analizar las cosas contextualizadamente, hay que observar el bosque y no si existe leña para  atizar el fuego, no creemos en visiones parciales de los problemas, si solo tenemos un martillo todo nos parecerá un clavo, no  entender aquello es reducirnos a hablar  o escribir verdades inútiles que no sirven ni para hacer una mala  sopa de letras, en el tejido social todo interactúa y está interrelacionado.
Pero en este aniversario debo reiterarlo, más allá de una episódica o constante evaluación legal, tenemos metas ulteriores definidas, Manta es un centro pesquero de primer orden, una potencialidad turística por sus atractivos naturales y urbanísticos, una ciudad-puerto, queremos ser -y ese es nuestro reto y compromiso- una ciudad universitaria de primer nivel, a ese superior objetivo  los invito hoy como los he invitado siempre.
Quienes me conocen saben que he sido y soy poco amigo de hacer un  recuento de la obra y labor que hemos realizado y realizamos, tampoco soy partidario del  endo y exo market, todos los días constituyen para mi un nuevo amanecer y renovar el deber de asumir nuevos compromisos, pero no puedo por elemental consecuencia, dejar de mencionar el esfuerzo y dedicación de nuestro Vicerrector Académico, Lic. Leonardo Moreira, por impulsar la capacitación de docentes a nivel de PhD, de alentar la investigación formativa de nuestra planta profesoral, de procurar actualizar y sistematizar una programación y diseño o rediseño curricular con la respectiva elaboración de sílabos para fortalecer y homogenizar nuestra actividad  académica. Nuestro Centro de Posgrado, manteniendo el mayor rigor de lo que significa el cuarto nivel de estudios, avanza actualmente en la formación de maestros en gestión ambiental y en periodismo virtual, su inventario de  cursos realizados es del más elevado nivel posible y diverso, su programación ha sido y es compatible con la realidad regional, lo afirmo en voz alta, esta Universidad ha realizado no muchos pero sí buenos cursos de posgrado, eso ya es bastante en un país donde se comercializó y todavía se promueven sin escrúpulo alguno, la oferta de títulos y grados académicos a nivel de posgrados.  Con  mucho esfuerzo se ha logrado suscribir un Convenio con la Universidad Autónoma de México para formar doctores PhD en Pedagogía, lamentablemente el Convenio debidamente firmado luego de largas conversaciones y acuerdos con la UNAM, no cuenta todavía con la aprobación del Consejo de Educación Superior, no nos hemos estacionado, están listos los proyectos y en trámite las Maestrías en Telecomunicaciones, en Ingeniería Eléctrica y en Construcciones, en Derecho Constitucional, en Educación Especial y en Educación Parvularia.  Gracias Dr.  Jaime Rodríguez, usted es un maestro con letras mayúsculas en el campo educativo.   
El rector destacó el trabajo de la Editorial Mar Abierto.
Nuestra  Editorial “Mar Abierto”  dirigida por un escritor de oficio y de ideales firmes, el  Lic. Ubaldo Gil, ha seguido con su ambicioso plan de producir  conocimiento a través de la edición y publicación de libros debidamente seleccionados, que han sido favorablemente comentados por críticos autorizados del intelecto nacional e internacional,  el Departamento de Investigaciones impulsa proyectos de investigación  generativa vinculados a los subsistemas ecológicos y económicos que contribuyan posteriormente  al desarrollo socio-económico de la colectividad, a la defensa de las especies y a la protección ambiental, en el área cultural sufrimos este año la pérdida de nuestro inolvidable Director y amigo, el ilustre  manabita Horacio Hidrovo Peñaherrera, el no sembró en el viento sembró en terreno fértil y almas nobles, por ello  nuestra labor sigue incrementándose, la danza, la música, el teatro, la  narración oral, la obra literaria, la pintura y todo lo que es manifestación artística, ha seguido consolidándose, nuestra Secretaría General es ejemplo de orden y responsabilidad, por eso contamos con una clara y nítida información validada en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior del Ecuador, las limitaciones presupuestarias  no  han impedido un solvente y equilibrado manejo de recursos monetarios por nuestro Departamento Financiero, por eso nuestros Planes Operativos Anuales han sido cumplidos en un 100%, siempre hicimos más de lo programado y previsto porque somos austeros y cuidadosos  en el uso de nuestros recursos económicos, lo cual lo hemos probado con nuestra rendición social de cuentas  a los organismos pertinentes del Estado. Hemos ido avanzando y puliendo mecanismos y regulaciones para tener una buena administración del talento humano que incluye al personal docente, administrativo  o de servicios, cada Unidad Académica busca como ir superando sus programas de enseñanza-aprendizaje, su labor puesta en evidencia a través  de casas abiertas,  gestiones y eventos propios de su tarea, engrandecen  a la Universidad, en fin seguimos trabajando con la misma voluntad y deseo que nos ha inspirado y caracterizado desde nuestro nacimiento como centro de educación superior.
No quedan dudas, nuestra labor es intensa y multiplicada, todo ello tiene un resultado,  la Universidad afianza un posicionamiento institucional cada vez más vigoroso,  cada vez más cercano a lo académico, queremos vehementemente con ese anhelo que late con intensidad en la hondura de nuestra alma,  que Manta brille como ciudad universitaria,  recogiendo la frase del poeta vanguardista  Hugo Mayo,  sea la que “adiamante  su futuro”. Hoy celebro,  destaco y aplaudo el alto galardón logrado por nuestra Decana de la Facultad de Trabajo Social, Lic. Olga Vélez de Mendoza, recibido de la Universidad de Miami, por su trabajo efectuado sin intermitencias en la prevención del consumo de drogas.  Todo lo que hacemos, lo efectuamos  buscando  una concienciación y sensibilización de una colectividad que conozca a plenitud sus derechos y deberes,  hacia ese propósito dirigimos nuestros esfuerzos, el tiempo como Juez implacable de hechos y acontecimientos, nos dirá si hemos abusado de nuestros afanes e ilusiones, pero me anticipo en sostener,  no es iluso afirmar que tenemos sueños en nuestra vida, pero sobre todo algo mas estimulador, haber vivido nuestros sueños  
Hemos deseado vestir a esta sesión aniversaria con el traje de la distinción, hoy queremos rendir el homenaje que se merece Miguel Donoso Pareja, sin duda  uno de los más proficuos  escritores de nuestro  país, un personaje con la suficiente lucidez  mental para dejar en claro que la buena calidad del escritor no conoce discriminaciones, sus talleres literarios constituyen un evidente testimonio que  no  le interesa la forma de ser del autor, ni si es recatado o promiscuo, lo que importa es la calidad del texto,  en eso siempre fue severo, por eso de sus talleres salía cada quien con su pensamiento,  con la expresión de  sus propios contenidos, lo que le interesaba era que mostrara un  instrumental expresivo necesario para exponer con una adecuada redacción y claro pensamiento sus ideas.
Me atrevo a decir pidiéndole permiso a él, que Miguel Donoso Pareja  se ha formado en la Escuela de la vida, aprendió a trabajar desde muy pequeño, eso lo ayudó mucho en su formación, criado junto al mar, aprendió a concebirlo como una savia vital, su apego a la lectura de libros de aventura  en sus primeros años de vida, le enseñaron  a ser menos  solitario, escogió un buen compañero del que nunca se ha separado, sabe muy bien que el humor es un ingrediente que ayuda a  tener una vida feliz, por eso tiene una estructura humana que no lo deja tomarse demasiado  en serio, por eso parece decirnos que por sus libros lo conoceréis, ha enseñado a quienes  han entendido sus mensajes que la mentira es un riesgo humano permanente, no tanto para el que la dice sino para el que la  oye, por eso no se aparta del tema moral, lo filosófico  siempre esta presente en la superficie de su exquisita narrativa.
Hombre de mente universal, su vida lo llevó a vivir en México, Cuba, España, en general en  Europa,  por ello le es fácil  saber quien es quien y valorar lo que vale y lo que no vale, por eso domina la fábula, la novela, el  cuento,  pero lo experimental no lo deja  nunca de lado, a ese ecuatoriano de tan elevadas virtudes, es que esta Universidad  alfarista,  que le debe gratitud por haber dirigido un taller literario que formó un buen grupo de jóvenes escritores manabitas,  a este señor que no quiso ejercer en su bien vivida existencia la profesión de abogado que obtuvo en la Universidad de Guayaquil, es a quien se le confiere esta noche la altísima investidura de Doctor Honoris Causa, para decirle gracias por lo que hizo por esta Universidad, para decirle que es un Maestro, que vive felizmente en su Guayaquil, que él sostiene  recibe a todo el mundo  y a todo el mundo lo transforma en guayaquileño. Hoy  voy a tener en breves momentos el privilegio de ponerle la borla que lo consagra como Doctor Honoris Causa de esta casa de estudios superiores, que aspira a que él también la cuente como su casa, porque conocemos muy bien de su afecto por la juventud, que él afirma le mantiene la curiosidad, la vitalidad, para decirnos con la sencillez de su grandeza, que la juventud  cree que les doy mucho, cuando en realidad los jóvenes me dan mucho más de lo que yo les doy, hermosa y profunda lección que la comparto  a plenitud y merece ser escrita en el portón de nuestra alma mater, así es  el alma sencilla y grande de este personaje que enorgullece al Ecuador de Alfaro, de Espejo,  de Montalvo, de Rocafuerte, de Leopoldo Benítez Vinueza, de Benjamín Carrión, de Ángel Felicísimo Rojas,  de Alfredo Pérez Guerrero, de Carlos Cueva Tamariz, de Rubén Orellana, del Padre Hernán Malo,  que a manera de ejemplo son unos cuantos nombres ilustres, que merecen ser citados por lo que fueron y nos enseñaron.
Voy a finalizar por donde debemos comenzar cuando decimos o hacemos algo, ser gratos con quienes con su aprecio y apoyo nos han ayudado,  soy un convencido que la amistad supera las circunstancias, por eso les digo muchas gracias señores miembros de Consejo Universitario, muchas gracias docentes, funcionarios y trabajadores que colaboran con su talento y  esfuerzo a que hayamos conseguido lo que hemos logrado, hoy quiero expresar mi agradecimiento muy especial a la Lic. Verónica Rodríguez, Gerente del Banco del Estado Regional Manabí, que obrando como debe obrar un buen funcionario público, ha puesto toda  su preocupación  y dedicación para que mejoremos ostensiblemente nuestros talleres y  laboratorios de práctica, muchas gracias Verónica a quien le pido transmitir también mi agradecimiento  a la Gerente General del Banco,  Lic. Soledad Barrera.
Sin la colaboración  desprendida que hemos recibido, lejos de disfrutar  lo que hemos alcanzado, estuviéramos estancados confrontando criterios, entretenidos en  conflictos estériles, agobiados por criticas ácidas, por  eso he sostenido y sostengo que la generosidad es la que permite alcanzar  los más acariciados y elevados logros sociales, sin aquella cualidad humana nada fuese factible,  ahí reside la posibilidad de ser socialmente útiles y solidarios para aportar efectivamente al bien común, para decirlo en el lenguaje que brota de la sensibilidad  y tranquilidad  armoniosa de quienes encuentran un deleite en la música, cito a Ludwig van Beethoven, que afirmaba “El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad”.
Muchas Gracias

Texto leído a propósito de la sesión solemne por el aniversario Vigésimo Séptimo de la Unviersidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

El campo = marginalidad


 
Definitivamente la verdadera marginalidad social reside en el campo, lo cual refleja una equivocada, inequitativa e injusta actitud de quienes ejercen el poder político. Debe aceptarse que los productos de bienes alimentarios para la supervivencia del conjunto de la población de un país, es suministrado por la producción agropecuaria, a la que habría que agregar la actividad pesquera, cuyos grandes actores son los hombres de mar, pescadores que arriesgan su vida al realizar sus faenas en frágiles embarcaciones (bongos, canoas).

Esta realidad la entienden los países desarrollados que subvencionan y proveen de seguros a la producción que se realiza en el campo, conscientes que quien trabaja en la zona rural no tiene las mismas comodidades que el hombre que habita en los centros urbanos, que está sometido a los intereses mercantilistas de los comerciantes o intermediarios y establecen un precio exento de todo tipo de control, es decir en la práctica cuando la cosecha del producto es buena y sube la oferta se bajan los precios a niveles que ni siquiera cubren costos de producción, en cambio cuando la cosecha es deficitaria sube un poco el precio, pero siendo el volumen de lo producido bajo, la situación es igual, la venta de productos no alcanza a cubrir costos, si a ello se adiciona que no existe control alguno sobre los insumos que se utilizan en los sembríos o en la producción ganadera. El productor campesino sigue siendo el gran marginado de la sociedad, huérfano de todo tipo de apoyo y solidaridad, su labor la desconocen las élites del poder político o burocrático.
 
Productos agrícolas exportables
Cuando hacemos el análisis del productor agropecuario que cuenta con poca o ninguna protección del Estado y sus autoridades, nos referimos al que se dedica a la producción de bienes que se consumen al interior del país: maíz, yuca, maní, papa, arroz, frutas: naranja, toronja, mandarina, limón, sandía, piña, naranjilla, mora, vegetales como: fréjol, lechuga, verduras en general, productos como leche, carne, huevos, que en general (salvo casos excepcionales), se venden y consumen en el país. Es obvio que los productos exportables: banano, flores, café, cacao, caña de azúcar, madera, productos acuícolas (camarón, tilapia) tienen mejores niveles de precio, aunque evidentemente la utilidad se queda en las grandes empresas exportadoras, esa situación también acontece con la pesca en la que el pequeño o mediano pescador está sujeto a lo que decida el comerciante intermediario o en último término la empresa exportadora.

Los nudos críticos del campo
Cuáles son los factores que conspiran contra un mejor tratamiento al sector rural, sin duda su abandono se debe en primer lugar, a la poca influencia política que tiene. Lamentablemente el hombre del campo no tiene poder de movilización para presionar la toma de decisiones que favorezcan un mejor tratamiento y preocupación de las autoridades, salvo el poder de movilización adquirido por el sector indígena que se organizó en la CONAIE, que les da algún nivel de influencia. Generalmente el campesino, el hombre de campo, está dedicado a su trabajo, su lucha por la vida es individual, no está organizado. Los que aparecen como dirigentes campesinos, se ponen un sombrero, pero pasan a vivir en las ciudades, son invitados para que viajen a la capital del país o a los grandes centros urbanos, en cuyos espacios de decisión política no tienen ningún peso, apenas sirven de comodines para una foto. Se quedan seducidos por el embeleso que les causa lo urbano, que hasta se olvidan lo que significa el verdadero trabajo de campo, pasan a ser parte del sector urbano. A eso hay que añadir que las obras de infraestructura para la producción agropecuaria no tienen prioridad, el último invierno de este año 2012, al menos en Manabí, sólo sirvió para demostrar que mientras muchas ciudades estaban inundadas de agua, acá no había agua para tomar, una inaceptable paradoja que desnudó la poca atención que se le da a la construcción de una adecuada infraestructura en el campo, en el que solo se sabe que existe un trabajo sacrificado que no tiene la debida retribución al esfuerzo realizado, que su vida es una aventura. Esa carencia de infraestructura incluye la falta de atención en materia de salud, la escasa atención que se le da en el área educativa, en la que los profesores buscan emigrar a la ciudad, quedando  escuelas  unidocentes, a lo que hay que añadir la falta de equipamiento, lo cual aumenta la marginalidad, si se considera que las políticas actuales en materia educativa apuntan a que todo niño tenga un computador para sus estudios y aprendizaje, cuidando obviamente que no tomen  esa herramienta tecnológica como una adicción, olvidando que hay que aprender a pensar y desarrollar la inteligencia.

Hay que admitir que en el caso de nuestra provincia, la represa de Poza Honda, la represa de La Esperanza y el trasvase de aguas de La Esperanza a Poza Honda, ha mejorado la infraestructura hídrica, están por verse los beneficios del Proyecto Múltiple Chone y las 2 etapas del Proyecto Carrizal–Chone, pero en todo caso, la asistencia técnica y crediticia es insuficiente, el seguro que se está implementando en la actualidad por parte del Ministerio de Agricultura busca proteger al pequeño productor, pero hay que tener claro, que las Compañías de Seguros nunca pierden, cuando deben pagar un siniestro siempre buscan pretextos para no hacerlo o pagar parcialmente su compromiso.





Buenas carreteras, malos servicios básicos
Es innegable que el actual gobierno del Presidente Econ. Rafael Correa ha realizado una muy buena reconstrucción vial de las principales carreteras del país, incluyendo las de Manabí, eso hay que aplaudirlo, la red vial secundaria que comunica con los centros productivos es deficiente, pero aparte de una deficitaria atención en salud y educación anteriormente comentada, en cuanto a servicios básicos, estos son de muy poca acción en el campo, el agua para consumo humano sigue siendo tomada de los ríos, esteros, albarradas, etc., el agua potable casi es desconocida en las zonas rurales. En materia de suministro de energía eléctrica de Manabí, a mediados de la década del año 70 (siglo pasado)hubo una agresiva campaña de electrificación rural, pero el mantenimiento del servicio es demorado y en consecuencia eso vuelve deficitario al servicio, en comunicaciones, la telefonía móvil contribuye mucho a tener una cobertura aceptable, en materia de seguridad no hay ninguna protección, el robo, el abigeato, son plagas que afectan al hombre de campo y eso lo perjudica, en ese aspecto la situación ha desmejorado, pues antes existió la Policía Rural que ayudaba mucho al campesino que se sentía protegido.

Producción: primer factor económico
La producción sobre todo la agropecuaria, es el más importante factor económico de una sociedad, en el Ecuador casi un 30% del conjunto de su población vive de ella, directa o indirectamente, aquello impone darle una mayor preocupación y privilegiar la inversión social en ese sector, nuestro país ha sido históricamente y sigue siendo agroexportador, es verdad que en la actualidad los principales ingresos que tiene el Estado, provienen de la exportación de petróleo crudo (a corto plazo también de la explotación minera) pero ese dinero circula en escasos sectores de la población, es un negocio que desgraciadamente está emparentado cercanamente con la corrupción, lo cual es socialmente depredador, por ello el circulante que genera la actividad agropecuaria tiene mayor incidencia en la calidad de vida de los sectores sociales más desprotegidos, en la que existe una pobreza creciente, “hay que volver los ojos al campo” es una receta económica que no ha pasado ni pasará de moda.

Hacia una sociedad bucólica o fisiocrática
No se trata de reivindicar la existencia de una sociedad bucólica en que se rinda homenaje a los pastores o a la vida campestre mediante versos que hagan una apología del trabajo ahí, los hombres de campo son realistas y como tales saben que “las tortillas se hacen con maíz y no con palabras” como lo afirmaba el revolucionario mejicano Emiliano Zapata, tampoco se trata de restaurar la teoría de Francisco Quesnay  (siglo XVII) que defendía la tesis, que la única actividad productiva generadora de riquezas, es labrar la tierra, sosteniendo la esterilidad social de la actividad mercantil e industrial. Esa tesis se enfrentó con la  del mercantilismo que sostenía que la riqueza dependía del comercio. No se trata de confrontar criterios, se trata de valorar en su justa dimensión y efecto,  la contribución social que realiza la actividad productiva del cultivo de la tierra,  se reclama  el apoyo que debe darse al habitante de la zona rural.

Buenos gobiernos o buenos inviernos
Es la expresión acuñada para graficar una realidad, en definitiva:  el hombre dedicado a la actividad agropecuaria depende de la bondad y el comportamiento de la naturaleza, que lamentablemente es imprevisible,  quien cultiva la tierra está a expensas de que existan buenos inviernos, la experiencia en Manabí nos enseña que durante épocas de sequía hubo una estampida de campesinos a zonas donde existen mayores precipitaciones lluviosas, eso explica el acelerado crecimiento que ha tenido Santo Domingo de los Tsáchilas y su zona de influencia, la región que más creció en el país, hacia esa zona emigraron muchos campesinos sobre todo de Manabí y Loja.

Hacia un cambio del modelo mercantil al productivo
En la actualidad prevalece la actividad comercial y de servicios, es decir, el sector terciario de la economía, en desmedro de la actividad económica primaria (la productiva), y de la actividad económica secundaria (industrial), incentivar con fuerza la actividad productiva y privilegiarla, es una medida válida que ayudará a descongestionar el acelerado crecimiento urbano y permitirá equilibrar una economía saludable para el bienestar general y sobre todo para los sectores de medianos y pequeños ingresos, que son los que más contribuyen a generar empleo y a la circulación de riqueza, aquella política disminuirá la concentración de la riqueza en pocas manos.

Orfandad de previsiones metereológicas
Lamentablemente las previsiones meteorológicas no ayudan en nada al hombre de campo, los criterios más cercanos son aquellos que prevén posibilidades de 50% de lluvia o no lluvia, la otra predicción es de carácter cruel, tal vez haya un invierno riguroso o de escasas lluvias, en definitiva no se puede anticipar confiablemente nada de los organismos del Estado encargados de hacerlo, sobre cuál será el comportamiento de la estación invernal, este hecho, simple y llanamente deja en la incertidumbre al hombre del campo, acostumbrado a predecir inviernos en base a su observación de la luna, a los calores más o menos fuertes que siente, a la formación de nubarrones. Incluso con mayor lógica advierte que el llamado “fenómeno del niño” es cíclico, a manera de referencia hubo este fenómeno entre los años 1982-1983, se repitió en 1998-1999, estaría por darse entre 2013-2014, en toda esta falta de predicciones con algún nivel de certeza, no se permite elaborar planes firmes para la actividad agropecuaria, hay que admitir que el hombre del campo no previno que la deforestación contribuiría a afectar la frecuencia e intensidad de las lluvias, en todo caso en el aspecto meteorológico no existen en el país predicciones que inspiren alguna seguridad, la mejor solución termina siendo “sacar el paraguas por si acaso llueve, o si no, se lo utiliza para neutralizar los rayos solares”, en eso no hay desacuerdos.

Escasez de mano de obra
La actividad agropecuaria es cada vez más escasa de mano de obra, aquello limita el emprendimiento, además de la irrefrenable migración del campo a la ciudad, aunque sí resulta una paradoja, que muchos de los migrantes a España fueron a trabajar en faenas de campo. Hoy el campesino trabaja solo media jornada en la mañana, el antiguo “de sol a sol”, es decir desde que el sol aparecía hasta que se ocultaba, es parte de los recuerdos, historia pasada. Esa situación también conspira para que exista una mayor actividad de pequeños o medianos empresarios agropecuarios.

Julio/2012